“Gente famosa había empezado a venir por el taller para curiosear, supongo, en aquella fiesta ininterrumpida: Kerouac, Ginsberg, Fonda y Hopper, Barnett Newman, Judy Garland, los Rolling Stones. Los Velvet Underground habían empezado a ensayar en un rincón del local, justo antes de que consiguiéramos actuaciones mixtas en directo y retransmitidas y empezáramos nuestra gira en 1963. Era como si todo estuviera empezando entonces.
La contracultura, la subcultura, el pop, las superstars, las drogas, las luces, las discotecas, todo lo que considerábamos ‘joven y en la onda’ probablemente empezó entonces. Siempre había una fiesta en algún lugar: si no había una fiesta en un sótano, la había en el ático; si no había una fiesta en el metro, la había en un autobús; si no la había en un barco, la había en la estatua de la Libertad. La gente se estaba siempre vistiendo para ir a alguna fiesta. All Tomorrow’s Parties era el título de una canción que solían interpretar los Velvet en el Dom cuando el Lower East Side estaba empezando a desprenderse de su condición de zona de inmigrantes y a alcanzar categoría. ‘¿Qué vestidos se pondrá la pobre chica / para todas las fiestas de mañana…”.
Este extracto del libro “Mi filosofía de A a B y de B a A” de Andy Warhol, publicado en 1975, describe el comienzo de una era que, más allá de actitudes y estéticas concretas, continúa 40 años después. Quizá sea esa la genialidad de Warhol: haber captado a la perfección y sin prejuicios el espíritu de su tiempo. Criticado y amado en partes iguales por el tratamiento mercantilista del arte, por su aparente superficialidad y por sus conductas liberales, el artista estadounidense de origen checo abrió el camino para la fusión entre arte y publicidad, los “15 minutos de fama” y la cultura pop en su máximo esplendor.
“Me encanta la botella, quiero hacer algo con ella”, afirmó Warhol en el año 1986, refiriéndose al icónico envase de Absolut Vodka. Esta afirmación creó un camino de ida para la marca, que desde entonces promovió su incursión en el mundo del arte. Por todo ello, brindamos por la asociación de Absolut Vodka con Andy Warhol para el lanzamiento de la edición especial “Absolut Warhol”, una botella que incorpora, al igual que el primer diseño publicitario que el artista realizó para la marca, un fondo negro con letras coloridas y la caligrafía de Warhol.
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